La molécula del olvido
El Nobel Eric Kandel descubre por qué se pierde memoria con la edad y abre la vía a evitarlo | Kandel muestra que el declive de la memoria no es un síntoma precoz de alzheimer. La proteína RbAp48 mengua con la edad, restaurarla permite recuperar memoria
Científicos de la Universidad Columbia de Nueva York (EE.UU.) liderados por el premio Nobel Eric Kandel han descubierto por qué la memoria se deteriora progresivamente con la edad.
La clave está en una molécula que actúa en el hipocampo, la región del cerebro donde se forman los recuerdos. Según resultados presentados ayer en la revista Science Translational Medicine, la molécula RbAp48 es abundante en el hipocampo de personas jóvenes pero se vuelve cada vez más escasa a medida que se envejece.
La investigación demuestra que cuando se restaura la actividad de esta molécula en cerebros ancianos recuperan una capacidad de memoria propia de adultos jóvenes. Este resultado abre la vía a desarrollar terapias que permitan mantener una buena memoria a edades avanzadas.
Por otro lado, "nuestra investigación aporta pruebas concluyentes de que la pérdida de memoria asociada a la edad es un síndrome en sí mismo, distinto de la enfermedad de Alzheimer", ha declarado Eric Kandel en un comunicado difundido por la Universidad Columbia.
Según una creencia extendida que ha resultado ser errónea, el deterioro de la memoria con la edad es un primer síntoma de alzheimer. Pero los resultados de Kandel y su equipo demuestran que, aunque en todos los casos de alzheimer hay pérdida de memoria, la gran mayoría de casos en que se pierde memoria con la edad obedecen a un proceso fisiológico natural independiente del alzheimer.
Los investigadores se han centrado en una pequeña región del hipocampo llamada giro dentado. Estudios anteriores realizados por el equipo de la Universidad Columbia habían identificado esta región como clave en la formación de recuerdos y como la parte del hipocampo más afectada por el envejecimiento.
Para comprender qué cambia en el giro dentado con la edad, los investigadores han estudiado el cerebro de ocho personas de 33 a 88 años que habían muerto y habían donado su cuerpo a la ciencia. Al analizar cómo varía la actividad de los genes en esta región del cerebro a lo largo de la vida, han identificado 17 genes candidatos que podían estar relacionados con la pérdida de memoria. De ellos, el que pierde actividad de manera más clara a medida que se envejece es el que produce la molécula RbAp48.
En una segunda fase de la investigación, el equipo de Kandel ha recurrido a experimentos con ratones para aclarar el papel exacto de esta molécula. Han observado que, al igual que ocurre en personas, los ratones sufren una pérdida progresiva de RbAp48 en el giro dentado a medida que se hacen mayores.
El resultado más fascinante de la investigación es que, si se inactiva el gen RbAp48 en ratones jóvenes, sufren un deterioro de su capacidad de aprendizaje -por lo tanto, de su memoria- equivalente al que muestran los ratones más viejos. Pero, si se restaura esta molécula en el cerebro de ratones viejos, recuperan una capacidad de aprendizaje propia de ratones jóvenes.
Al examinar el cerebro de estos ratones con imágenes de resonancia magnética, los investigadores han confirmado que el giro dentado se atrofia cuando se le priva de RbAp48. Pero también que, si se vuelve a aumentar el nivel de esta molécula en el hipocampo, la atrofia es reversible.
Este resultado indica que la pérdida de memoria asociada a la edad es un trastorno independiente del alzheimer, donde se produce una destrucción irreversible de tejido neuronal. Además, el alzheimer no empieza por el giro dentado sino por otra región del hipocampo llamada corteza entorrinal.
"El hecho de que fuéramos capaces de revertir la pérdida de memoria asociada a la edad en ratones es muy esperanzador -declara Kandel-. Por supuesto, es posible que otros cambios en el giro dentado contribuyan a esta forma de pérdida de memoria. Pero demuestra que esta proteína es un factor principal".
Los resultados de la investigación indican que la molécula RbAp48 actúa a través de otras moléculas (concretamente, a través de la ruta PKA-CREB1-CBP). Dado que ya existen fármacos experimentales que modulan estas otras moléculas, y que han conseguido paliar los problemas derivados del envejecimiento del hipocampo en ratones, "el siguiente paso lógico es ensayar estos fármacos en personas para tratar los problemas de memoria asociados a la edad", destacan los responsables de la revista Science Translational Medicine en un artículo editorial.
Es demasiado pronto para saber si estos fármacos serán eficaces. Pero "la cuestión importante es que, para desarrollar terapias efectivas, primero hay que encontrar la diana correcta; ahora tenemos una buena diana" con la molécula RbAp48, lo que permitirá "evaluar terapias que puedan ser eficaces", afirma Scott Small, coautor de la investigación. Según Small, estas terapias que se podrán evaluar no tienen por qué ser sólo farmacológicas sino que también podrían consistir en una dieta adecuada, ejercicios físicos o actividades intelectuales.