miércoles, 29 de octubre de 2014

Nacen treinta tortugas boba en la playa Llarga de Tarragona

Unas treinta tortugas boba (Careta careta) nacieron este pasado lunes en la 

playa Llarga de Tarragona, un episodio del que se tuvo conocimiento gracias a 

dos testigos que incluso las ayudaron a entrar en el mar, mientras que este 

martes, agentes rurales revistan la zona para intentar localizar el nido.

Los agentes y técnicos de la Red de Rescate de Animales Marinos intentan 

localizar el nido para comprobar si eclosiona algún otro huevo ya que el proceso 

puede durar hasta tres días.


La tortuga boba es un animal protegido, por lo que la Guardia Urbana ha 

acordonado una zona de la playa para proteger el nido, ya que hasta este lugar 

se han acercado muchos curiosos, para ver el rastro de las tortugas para llegar 

al mar.


La puesta había pasado totalmente inadvertida hasta ayer, a diferencia del 

episodio de nidificación del pasado 25 de agosto en la playa de la Arrabassada, 

donde otra tortuga boba puso 89 huevos muy cerca del rompiente de las olas y 

a la vista de los clientes de un chiringuito.


Los testigos alertaron enseguida al teléfono de emergencias 112 y también 

entonces la Guardia Urbana acordonó la zona para proteger el nido.


La tortuga boba es, aún, una especie llena de incógnitas para los biólogos 

marinos y no hay una teoría principal sobre qué criterios sigue para nidificar, ya 

que su área de reproducción se sitúa en Florida (Estados Unidos) y en el 

Mediterráneo, entre Turquía, Grecia y el norte de África.


El técnico de Fauna Marina de la Generalitat, Ángel Gutiérrez, considera que las 

puestas de tortuga boba serán "una futura normalidad" por el calentamiento del 

agua del mar a causa del cambio climático global.





Una cría de tortuga boba se abre paso en Myrtle Beach State Park en Carolina del Sur. Randall Hill/REUTERS.

martes, 28 de octubre de 2014

Tiny piece of ancient Australia found beneath Vanuatu


The discovery of a fragment of crust, carried up in magma in Vanuatu, raises new questions about how continents are formed
A tiny piece of ancient Australia has been found under Vanuatu, raising new questions about how continents are made.
Geologists thought the volcanic Vanuatu islands, about 2,200km east of Townsville, were isolated from continental influences.
But a research team from James Cook University believes Vanuatu’s geological basement contains ancient material from northern Australia.
They discovered volcanic rocks from Vanuatu contained tiny crystals of zircon, carried up in magma from the depths by the volcanic plumbing systems.
Using radiometric dating techniques, the crystals were dated at up to three billion years old.
The range of ages of the zircon crystals closely matches the age of the rocks that make up northern Australia.
Carl Spandler, one of the study’s authors, says the the zircon “shouldn’t be there” and its presence has major implications for how scientists understand continents are made.
“There is nothing else like it in the south-west Pacific,” Spandler said in a statement.
“Just because island chains or land masses may be far removed from each other today, doesn’t mean that they always were. This calls for a rethink of how we calculate the rates and processes of generating new crust on Earth,” he said.
The fragment of Australian crust now under Vanuatu is thought to have separated from the mainland prior to the Cenozoic era, around 100m years ago.

Vanuatu
Geologists previously thought Vanuatu, about 2,200km east of Townsville, was isolated from continental influences. 

domingo, 26 de octubre de 2014

BLOOD : MyType

In MyType, visitors can find out what blood group they belong to. All humans and many other primates can be typed for their ABO and Rhesus (Rh) blood groups using just four drops of blood.
There are eight possible blood groups, classified using two systems: ABO and Rhesus. A person can be grouped as A, B, AB or O, and either Rh positive or negative. Individuals with type O blood do not produce ABO antigens and are consequently known as ‘universal donors’ for transfusions. However, they can only receive type O blood. Those who have type AB blood do not make any ABO antibodies and so are considered ‘universal receivers’ for transfusions. The Rh blood group (named after the Rhesus monkey that was used in early blood group testing) was discovered over sixty years ago and has remained of primary importance in obstetrics, as it is the main cause of haemolytic disease of the newborn.
ABO antigens are determined by genes on chromosome 9, with an individual’s ABO type resulting from the inheritance of one of three alleles (A, B, or O) from each parent. Both A and B alleles are dominant over O.

BLOOD: Intrauterine Transfusion

Prior to 1970, haemolytic disease of the newborn was a significant cause of perinatal mortality and morbidity due to the development of anti-D antibodies in the blood of Rhesus (Rh) D negative women carrying a Rh D positive foetus. The introduction of post-natal anti-D immunoglobulin to the mother has significantly reduced the number of such foetal deaths, as well as halting the development of anti-D antibodies in the blood of these women for any potential subsequent pregnancies.
It does still occur in a small proportion of cases and in such circumstances, an intrauterine blood transfusion may be given to replace foetal red blood cells that are being destroyed by anti-D crossing over to the foetus from the mother’s immune system.
A needle is inserted through the mother’s womb into the umbilical cord while the baby is monitored by a MCA Doppler, a scan that measures the speed of blood flow as it pulses through an artery in the foetal brain. The speed of blood flow shows how anaemic the foetus is and whether they need a blood transfusion.

BLOOD: Black Market Pudding

Black Market Pudding is a twist on the traditional Irish blood sausage. It represents a completely novel, ethically-conscious food product, combining congealed pig blood with fats, cereals and spices. Black Market Pudding is manufactured using blood taken from a living pig. It proposes a cyclical business model to ensure a uniquely fair deal for farmer, animal and consumer.
Through a routine veterinary procedure, blood is obtained from the animal in a humane, healthy and safe way. Producers are then compensated for costs associated with breeding and maintaining the animals that are kept outside of the traditional food chain. Consumers pay a premium market price for the pudding and the reassurance that no animals are harmed in the making of this product.
Black Market Pudding was produced and consumed legally in the Netherlands and Poland in 2012.

jueves, 12 de junio de 2014

Evolució del vertebrats


El pez Metaspriggina, clave en el puzzle de la evolución de los vertebrados
El nuevo hallazgo fósil de hace más de 500 millones de años señala el origen de las mandíbulas



Un importante descubrimiento fósil en Canadá arroja más luz sobre el desarrollo de los primeros vertebrados, incluyendo el origen de las mandíbulas, siendo la primera vez que se ha visto este rasgo en el registro fósil tan temprano.

Los autores de este trabajo han identificado una pieza clave en el puzzle de la evolución de los vertebrados a raíz del descubrimiento de ejemplares de peces fosilizados que datan del periodo Cámbrico, hace unos 505 millones de años, en las Montañas Rocosas canadienses.

El pez en cuestión se llama Metaspriggina y muestra pares de arcos excepcionalmente bien conservado cerca de la parte delantera de su cuerpo. Las primeras de estas piezas, cercanas a la cabeza, con el tiempo condujeron a la evolución de las mandíbulas en los vertebrados. Hallar fósiles de peces a partir del periodo Cámbrico es muy raro y suelen estar mal conservados en general.

Este nuevo descubrimiento, que se explica en la edición de este miércoles de Nature, muestra con un detalle sin precedentes cómo algunos de los primeros vertebrados evolucionaron, marcando el punto de partida de una historia que llevó a los animales posteriores, como a especies de peces más tardías, pero también los dinosaurios y mamíferos, como los caballos y nosotros mismos.

Los fósiles de Metaspriggina fueron recogidos de varios lugares de Burgess Shale en las Montañas Rocosas de Canadá, uno de los yacimientos de fósiles del Cámbrico más ricos en el mundo. Estos fósiles arrojan nueva luz sobre la "explosión" del Cámbrico, un periodo de rápida evolución que comenzó hace unos 540 millones de años, cuando la mayoría de los principales filos de animales se originó. Anteriormente, sólo se habían identificado dos ejemplares incompletos de Metaspriggina.

Durante las expediciones conducidas por el Museo Real de Ontario en 2012, se recolectaron 44 nuevos fósiles de Burgess Shale cerca de Marble Canyon en el Parque Nacional Kootenay en la Columbia Británica, que proporcionaron la base para este estudio. Investigadores de la Universidad de Cambridge y el Museo Real de Ontario/ Universidad de Toronto, en Canadá, utilizaron estos fósiles, junto con varios especímenes más del este de los Estados Unidos, para reclasificar Metaspriggina como uno de los primeros vertebrados.

Los fósiles, que datan de hace 505 millones años, también muestran claramente por primera vez cómo una serie de estructuras en forma de varilla, conocidas como aletas o arcos branquiales, se desarrollaron en los primeros vertebrados. Se ha sabido durante mucho tiempo que estos arcos han desempeñado un papel clave en la evolución de los vertebrados, incluyendo el origen de las mandíbulas, y algunos de los pequeños huesos del oído que transmiten el sonido en los mamíferos. Pero la falta de fósiles de calidad supuso que la aparición de estos arcos en los primeros vertebrados eran hipotéticos.

Los vertebrados aparecen por primera vez en el registro fósil un poco antes de este descubrimiento, pero identificar exactamente cómo se desarrollaron es difícil porque los fósiles de estos animales son raros, incompletos y abiertos a diversas interpretaciones, ya que muestran tejidos blandos que son complicados para identificar con plena certeza. Los nuevos fósiles de 'Metaspriggina' están muy bien conservados. La disposición de los músculos muestra que estos peces eran nadadores activos, no muy diferentes de una trucha, y veían el mundo a través de un par de ojos muy abiertos y sentían su entorno con las estructuras nasales.

"El detalle de este fósil Metaspriggina es impresionante --subraya el autor principal, el profesor Simon Conway Morris, del Departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge--. Incluso los ojos están muy bien conservados y son muy evidentes". Pero son los arcos branquiales los que hacen este descubrimiento tan importante. Anteriormente, se pensaba que existían como una serie de arcos individuales, pero ahora Metaspriggina muestra que, de hecho, existían en parejas.

La pareja más anterior de arcos era también ligeramente más gruesa que el resto y esta sutil distinción puede ser el primer paso en una transformación evolutiva en su momento que llevó a la aparición de la mandíbula. "Tener un modelo hipotético de natación en el registro fósil como éste es muy gratificante", destaca el profesor Conway Morris.

"Obviamente, los peces con mandíbulas llegaron más tarde, pero esto es como el punto de partida, donde todo está allí y listo para funcionar", añade el coautor del artículo, Jean-Bernard Caron, conservador de invertebrados en el Museo Real de Ontario y profesor asociado en los Departamentos de Ciencias de la Tierra y de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Toronto.


martes, 10 de junio de 2014

MORT CEL·LULAR

Desvelan el mecanismo que controla la muerte celular en plantas y humanos

La denominada muerte celular programada es un proceso generado por las células para autorregular su desarrollo


Un grupo de investigación del Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja, de Sevilla, (CicCartuja) ha identificado la compleja red de proteínas que comparten las células humanas y vegetales cuando deciden "suicidarse" de manera programada.

Estos investigadores, adscritos al grupo de Biointeractómica, que dirige el máximo responsable del CicCartuja, el catedrático de la US Miguel Angel de la Rosa Acosta, acaban de publicar los resultados de esta investigación se en sendos artículos publicados en la revista Molecular & Cellular Proteomics.

Un comunicado del CicCartuja ha explicado que la denominada muerte celular programada (PCD, en sus siglas en inglés) es un proceso generado por las células para autorregular su desarrollo.

Estos investigadores han analizado en este proceso el papel de las nuevas proteínas identificadas como dianas del citocromo c y, en particular, que muchas presentan funciones similares en plantas y en humanos.

Han propuesto una hipótesis sobre el mantenimiento del equilibrio entre la vida y la muerte celular centrada en el papel de la proteína citocromo c.

Según esta nueva visión, el citocromo c impide que el metabolismo normal de las células siga fabricando componentes celulares una vez que las enzimas de degradación, denominadas caspasas, han empezado a desestructurar la célula según un programa bien determinado de muerte.

Conocer los entresijos moleculares de este proceso permitirá entender mejor el proceso natural de eliminación controlada de células, o PCD, cuya desregulación es la base de muchas enfermedades relacionadas con el envejecimiento y la generación de tumores, ha añadido el comunicado.

Estos trabajos se han desarrollado en el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis, perteneciente al Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja (CicCartuja), de Sevilla.

El CicCartuja fue creado en 1995 por acuerdo de la Junta de Andalucía, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Sevilla (US), y alberga tres institutos mixtos del CSIC y de la US: el de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (IBVF); el de Ciencia de Materiales de Sevilla (ICMS) y el de Investigaciones Químicas (IIQ).

THE DARK SIDE OF THE MOON

Descifrado el enigma de la cara oculta de la Luna medio siglo después

En el año 1959 la nave espacial soviética Luna 3 transmitió la primera imagen del lado oculto de la Luna y descubrió que tiene menos 'mares'



Astrofísicos de Penn State University afirman haber resuelto un enigma de medio siglo sobre la cara oculta de la Luna: ¿por qué no muestra zonas oscuras como las que se extienden en el hemisferio que se muestra hacia la Tierra?, grandes planicies de basalto denominadas 'mares'.

Este misterio se llama Lunar Farside Highlands Problem y se remonta a 1959, cuando la nave espacial soviética Luna 3 transmitió las primeras imágenes del lado "oscuro" de la luna a la Tierra. Fue llamado el lado oscuro, ya que no se conocía, no porque la luz del sol no llegue a ella.

Los investigadores se dieron cuenta de inmediato de que un menor número de 'mares' existían en esta parte de la luna, que siempre da la espalda a la Tierra.
Jason Wright, profesor de Astrofísica y su equipo, se dieron cuenta de que la ausencia de este rasgo en la superficie lunar -que se debe a una diferencia en el espesor de la corteza entre el lado de la Luna que vemos y el lado oculto-, es una consecuencia de cómo se formó originalmente la Luna.

Los investigadores informan de sus resultados en Astrophysical Journal Letters. El consenso general sobre el origen de la Luna es que probablemente se formó poco después de la Tierra y fue el resultado de la colisión de un objeto del tamaño de Marte que golpeó la Tierra.

Esta hipótesis del impacto gigante sugiere que las capas externas de la Tierra y el objeto acabaron desparramadas en el espacio y con el tiempo formaron la Luna. Resultado de la energía producida por la colisión, partes de la Tierra y del objeto de impacto no sólo se derriteron, sino que se vaporizaron, creando un disco de roca, magma y el vapor alrededor de la Tierra.

Su geometría era similar a los exoplanetas rocosos descubiertos recientemente muy cerca de sus estrellas, dijo Wright. La luna estaba de 10 a 20 veces más cerca de la Tierra de lo que está ahora, y los investigadores encontraron que rápidamente asumió una posición de anclaje mareal con el tiempo de rotación de la luna igual al período orbital de la luna alrededor de la Tierra. La misma cara de la Luna probablemente siempre se ha enfrentado a la Tierra desde entonces. El bloqueo de marea es un producto de la gravedad de ambos objetos. La luna, mucho más pequeña que la Tierra se enfría más rápidamente. Debido a que la Tierra y la Luna presentaron anclaje mareal desde el principio, la Tierra todavía caliente, a más de 2.500 grados Celsius, radiaba hacia el lado cercano de la Luna. El lado lejano, lejos de la Tierra en ebullición, se enfrió lentamente, mientras que el lado que mira hacia la Tierra se mantuvo fundido, creando un gradiente de temperatura entre las dos mitades.

Este gradiente fue importante para la formación de la corteza en la Luna, que tiene altas concentraciones de aluminio y calcio, elementos que son muy difíciles de vaporizar. El aluminio y el calcio se han condensado preferentemente en la atmósfera del lado frío de la luna, porque la cara visible todavía estaba demasiado caliente.

Miles de millones de años más tarde, estos elementos combinados con silicatos en el manto de la luna formaron feldespatos plagioclasa, que finalmente se trasladaron a la superficie y formaron la corteza de la luna. La corteza de la cara oculta tenía más de estos minerales y es más gruesa. La luna ahora se ha enfriado completamente y no está fundida bajo la superficie.

A principios de su historia, grandes meteoritos golpearon la cara visible de la Luna y pasaron a través de la corteza, liberando grandes lagos de lava basáltica que formaron el paisaje del lado visible a la Tierra. Cuando los meteoroides golpeaban la cara oculta de la luna, en la mayoría de los casos, la corteza era demasiado gruesa y no había brotes de basalto magmático, creando valles, cráteres y montañas, pero no mares.


jueves, 27 de marzo de 2014

Ebola - Març 2014

Guinea prohíbe la venta y consumo de murciélagos para evitar propagar el ébola


Considerados un manjar por la población local, 


estos mamíferos parecen ser los "agentes principales" del brote,


que ya ha acabado con la vida de al menos 62 personas



Guinea prohíbe la venta y consumo de murciélagos para evitar propagar el ébola
Imagen sin fechar facilitada por el centro de prevención y control de enfermedades que muestra el virus del ébola creado por el centro de microbiología de Cynthia Goldsmith EFE
El Gobierno de Guinea ha anunciado este martes la prohibición de la venta y consumo de murciélagos para intentar evitar la propagación del ebola, tras la muerte de 62 personas a causa de un brote del virus en las últimas semanas.El ministro de Sanidad, Rene Lamah, ha indicado que los murciélagos, considerados un manjar por la población local, parecen ser los "agentes principales" del brote, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
El anuncio de Lamah ha sido pronunciado durante una visita a la región forestal del país, epicentro de la epidemia. Algunas especies de este animal son portadoras del virus, si bien no muestran sus síntomas. La gente que come murciélagos habitualmente los hierve en una especie de sopa picante, si bien también son cocinados al fuego.
El domingo, el Gobierno comenzó a adoptar medidas concretas para combatir la epidemia, tales como la distribución de material médico especializado, la prohibición de enterrar a posibles infectados e iniciativas para evitar que cunda el pánico entre la población.
La ONG Médicos Sin Fronteras ya ha enviado por avión varias toneladas de medicamentos y equipo sanitario, incluidas unidades de aislamiento y kits de protección para el personal sanitario.
El domingo comenzó el traslado de este material hacia el sureste del país. Mientras llega el material, los afectados están siendo aislados y atendidos fuera de los hospitales, según ha explicado uno de los sanitarios que trabajan en la zona. El director del departamento de enfermedades evitables, Sakoba Keita, ha anunciado además la prohibición de enterrar a cualquier individuo que haya dado síntomas de padecer la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado que se han detectado en la región fronteriza de Sierra Leona los mismos síntomas que en Guinea: hipertermia, diarrea, vómitos y sangrado.
Este sábado las autoridades de Sierra Leona han informado de que están ya realizando pruebas para determinar si estos casos corresponden a la misma epidemia que la de Guinea.
El director de Sanidad del Gobierno de Sierra Leona, Brima Kargbo, ha señalado que están investigando a un joven de 14 años fallecido en la localidad de Buedu, cerca de la frontera con Guinea.
El adolescente viajó a Guinea para asistir al funeral de una de las víctimas mortales de la epidemia. El ébola es muy contagioso y se transmite entre humanos a través del contacto con órganos, sangre, secreciones u otros fluidos corporales.
Hasta ahora se había detectado en países como República Democrática del Congo, Uganda, Sudán del Sur y Gabón. La enfermedad afecta principalmente a chimpancés, gorilas, murciélagos frutívoros, monos, antílopes y puercoespines, pero puede transmitirse a humanos que entren en contacto con los animales infectados, según los datos de la OMS.

domingo, 23 de marzo de 2014

EPIDÈMIA D'ÈBOLA


Guinea confirma 59 muertos por la epidemia de ébola

El ébola es muy contagioso y se transmite entre humanos a través del contacto con órganos, sangre, secreciones u otros fluidos corporales y nunca se había detectado en Guinea

Guinea confirma 59 muertos por la epidemia de ébola
Imagen creada por la microbióloga Cynthia Goldsmith y distribuida por el Centro para el Control y Prevención de enfermedades que muestra el virus del ébola Cynthia Goldsmith
Guinea.- El Gobierno guineano ha elevado a 59 los muertos por la epidemia de ébola registrada en el país en un nuevo balance.
"Es evidente que es la fiebre del ébola. Un laboratorio de Lyon (Francia) ha confirmado la información", ha explicado un portavoz del Gobierno, Damantang Albert Camara, en declaraciones a la Reuters.
Seis de las doce muestras analizadas han dado positivo por ébola, ha explicado el director de la división de prevención de epidemias del Ministerio de Sanidad guineano, el doctor Sakoba Keita, en declaraciones a Reuters. Keita ha explicado que se han registrado 80 posibles casos y en 59 de ellos ha fallecido el afectado.
"Pero tienen que comprender que todos los casos son necesariamente de ébola. Algunos pueden tener otro origen y pueden deberse a casos graves de disentería", ha indicado Keita.
La ONG Médicos Sin Fronteras ha anunciado este sábado un refuerzo de sus equipos médicos y logísticos desplegados en Guinea para hacer frente a la epidemia.
En concreto, enviará 33 toneladas de medicamentos y equipo sanitario, incluidas unidades de aislamiento.
"Estas estructuras son esenciales para evitar la propagación de la infermedad, que es altamente contagiosa", ha explicado la responsable de medicina troplica de MSF, Esther Sterk. "Hay personal especializado prestando atención a los pacientes con síntomas", ha añadido.
El ébola tiene una tasa de mortalidad de hasta el 90 por ciento de los infectados y hasta ahora habría sido localizado en tres localidades del sureste del país y en la capital, Conakry. Hasta ahora no se había documentado ningún caso de ébola en Guinea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado que se han detectado en la región fronteriza de Sierra Leona los mismos síntomas que en Guinea: hipertermia, diarrea, vómitos y sangrado. Este sábado las autoridades de Sierra Leona han informado de que están ya realizando pruebas para determinar si estos casos corresponden a la misma epidemia que la de Guinea.
El director de Sanidad del Gobierno de Sierra Leona, Brima Kargbo, ha señalado que están investigando a un joven de 14 años fallecido en la localidad de Buedu, cerca de la frontera con Guinea. El adolescente viajó a Guinea para asistir al funeral de una de las víctimas mortales de la epidemia.
El ébola es muy contagioso y se transmite entre humanos a través del contacto con órganos, sangre, secreciones u otros fluidos corporales. Hasta ahora se había detectado en países como República Democrática del Congo, Uganda, Sudán del Sur y Gabón.
La enfermedad afecta principalmente a chimpancés, gorilas, murciélagos frutívoros, monos, antílopes y puercoespines, pero puede transmitirse a humanos que entren en contacto con los animales infectados, según los datos de la OMS.

martes, 18 de marzo de 2014

L'Amazònia respira més CO2 del que expulsa

La Amazonia respira más CO2 del que expulsa a la atmósfera



Un estudio demuestra que el carbono que genera la selva se compensa con el que expulsa




La Amazonia respira más CO2 del que expulsa a la atmósfera


UN ESTUDIO DE SIETE AÑOS DIRIGIDO POR LA NASA HA CONFIRMADO QUE LOS BOSQUES NATURALES EN LA AMAZONÍA ELIMINAN MÁS DIÓXIDO DE CARBONO DE LA ATMÓSFERA DEL QUE EMITEN, Y POR LO TANTO, REDUCEN EL CALENTAMIENTO GLOBAL. ESTE HALLAZGO RESUELVE UN LARGO DEBATE ACERCA DE LA BALANZA GLOBAL DE CARBONO DE LA CUENCA DEL AMAZONAS. EL BALANCE DE CARBONO DEL AMAZONAS ES UNA CUESTIÓN DE VIDA O MUERTE: LOS ÁRBOLES VIVOS TOMAN EL DIÓXIDO DE CARBONO EN EL AIRE A MEDIDA QUE CRECEN, LOS ÁRBOLES MUERTOS Y EMITEN ESTE GAS DE EFECTO INVERNADERO DE NUEVO AL AIRE A MEDIDA QUE SE DESCOMPONEN. 



El nuevo estudio, publicado en Nature Communications, es el primero en medir el efecto de las muertes de árboles causadas por procesos naturales a lo largo de la selva amazónica, incluso en zonas remotas donde no hay datos han sido recopilados a nivel del suelo. 

Fernando Espírito Santo, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, autor principal del estudio, creó nuevas técnicas para el análisis vía satélite. Encontró que cada año, los árboles amazónicos muertos emiten unas 1.900 millones de toneladas de carbono a la atmósfera. Para compararlo con la absorción de carbono del Amazonas, los investigadores utilizaron los censos de crecimiento de los bosques y los diferentes escenarios de modelado. En todos los escenarios, la absorción de carbono por los árboles vivos compensaba las emisiones procedentes de los muertos, lo que indica que el efecto predominante de los bosques naturales de la Amazonía es la absorción. 

Hasta ahora, los científicos sólo habían sido capaces de estimar el balance de carbono de la Amazonia a partir de observaciones limitadas en pequeñas parcelas de zonas forestales. En estas parcelas el bosque retira más carbono del que emite pero la comunidad científica debatía si las parcelas representan todos los procesos naturales en la gran región del Amazonas.

Ese debate comenzó con el descubrimiento en la década de 1990 de que grandes áreas del bosque pueden ser exterminados por tormentas intensas en eventos llamados purgas. Espírito Santo dijo que la idea del estudio surgió de un taller de 2006, donde los científicos de varios países se reunieron para identificar los instrumentos de los satélites de la NASA que podrían ayudar a comprender mejor el ciclo del carbono de la Amazonía. 

En los años transcurridos desde entonces, trabajó con 21 coautores de cinco países para medir el impacto de carbono de muertes de árboles en el Amazonas por todas las causas naturales, desde purgas de gran superficie a árboles individuales que morían de viejos. Utilizó imágenes aéreas, de satélite, y un conjunto de 10 años de mediciones de parcelas recopiladas por la Universidad de Leeds. Como resultado de la correlación de datos de aire y tierra con observaciones por satélite, Espírito Santo y sus colegas idearon métodos para identificar los árboles muertos en diferentes tipos de imágenes de sensores remotos. Luego, los investigadores redujeron sus técnicas para que pudieran ser aplicadas a datos aéreos para partes de la Amazonia que no tienen datos correspondientes de tierra y vía satélite. 

"Encontramos que las grandes perturbaciones naturales sólo tienen un efecto pequeño sobre el ciclo del carbono en toda la Amazonía ", dijo Sassan Saatchi, coautor y científico del JPL. Cada año , alrededor de un dos por ciento de toda la selva amazónica muere de causas naturales. Los investigadores encontraron que sólo el 0,1 por ciento de esas muertes son causadas por las purgas. 

Este estudio se centró solamente en los procesos naturales de la Amazonía, no en los resultados de las actividades humanas como la tala y la deforestación, que varían ampliamente y rápidamente con el cambio de las condiciones políticas y sociales.

viernes, 28 de febrero de 2014

HOW CANCER CELLS SPREAD TO THE BRAIN AND THRIVE

Holding On and Hiding Out: How Cancer Cells Spread to the Brain and Thrive

 Pictured: Cancer cell on blood vessel  
This image shows a breast cancer cell (green) clinging to a blood capillary (purple) in the brain.
Metastasis, the process that allows some cancer cells to break off from their tumor of origin and take root in a different tissue, is the most common reason people die from cancer. Yet most tumor cells die before they reach their next destination, especially if that destination is the brain. In people with lung cancer, for example, occasional tumor cells may enter the bloodstream and infiltrate the brain, but very few survive long enough to seed new tumors.
Now a team of Memorial Sloan Kettering scientists has looked into why most circulating tumor cells die upon reaching the brain and why, in exceptional cases, other cells don’t. Their latest study, published today in the journal Cell, identifies genes and proteins that control the survival of metastatic breast and lung cancer cells in the brain.
These survival factors might one day be targeted with drugs to further diminish people’s risk of metastasis. According to the study’s senior author, Sloan Kettering Institute Director Joan Massagué, a single mechanism is likely to enable cancer cells to colonize various organs, including the brain, in a number of disease types.

An Understudied Disease Type

Metastatic brain tumors occur in several types of cancer — including breast, lung, and colorectal cancer, among others — and are estimated to be about ten times more common than primary brain cancers. Until now, little research has been done into how metastatic brain tumors develop.
Dr. Massagué and his coworkers began to tackle this problem four years ago and have since learned that the brain is better protected than most organs against colonization by circulating tumor cells. To seed in the brain, a cancer cell must dislodge from its tumor of origin, enter the bloodstream, and cross a densely packed vasculature structure called the blood-brain barrier. Mouse experiments in which metastatic breast cancer cells were labeled and imaged over time revealed that a very small number were able to complete this journey, and of those cells that did make it to the brain, fewer than one in 1,000 survived.
“We didn’t know why so many of these cells die,” Dr. Massagué says. “What kills them? And how do occasional cells survive in this vulnerable state — sometimes hiding out in the brain for years — to eventually spawn new tumors? What keeps these rare cells alive and where do they hide?”

Dodging Death Signals

To answer these questions the researchers conducted experiments in mouse models of breast and lung cancer, two tumor types that often spread to the brain, investigating a panel of genes that have been linked to brain metastasis. Their research revealed that many cancer cells that enter the brain are killed by astrocytes — the most common type of brain cell — that secrete a protein called Fas ligand.
When cancer cells encounter this protein, they are triggered to self-destruct by the activation of an internal death program. The study also showed that the exceptional cancer cells that escape do so by producing a protein called Serpin, which acts as a sort of antidote to the death signals fired at them by nearby astrocytes.

Hugging Blood Vessels

The researchers used imaging methods to examine the behavior of these defiant metastatic cells in the brains of mice. They noticed that the surviving cells grew on top of blood capillaries — each cell sticking closely to its vessel “like a panda bear hugging a tree trunk,” Dr. Massagué says.
“This hugging is clearly essential,” he explains. “If a tumor cell detaches from its vessel, it gets killed by nearby astrocytes. By staying on, it gets nourished and protected, and may eventually start dividing to form a sheath around the vessel.”
Under the microscope, the researchers watched these sheaths grow into tiny balls, which eventually became tumors. “Once you’ve seen it, you can never forget this image,” Dr. Massagué says.
The scientists also did experiments to pinpoint the molecular basis of the cells’ behavior and showed that a protein produced by the tumor cells acts as a kind of Velcro, attaching the cells to the outer wall of a blood vessel.

Therapeutic Ideas

The findings give scientists new possibilities to understand and study the biology of metastasis, and could also lead to the development of new therapies that would work by strengthening the natural impediments to metastasis. The study identifies several mechanisms such drugs could target. Dr. Massagué is particularly interested in the ability of some tumor cells to hug blood vessels, as he suspects this behavior may be essential for the survival of metastatic cancer cells not only in the brain but also in other parts of the body where metastatic tumor growth can occur.
“Most cancer patients are actually at risk of having their tumor spread to multiple sites,” Dr. Massagué notes. For example, breast cancers can metastasize to the bones, lungs, and liver as well as to the brain. “What we may be looking at,” he adds, “is a future way to prevent metastasis to many organs simultaneously,” using drugs that make tumor cells let go of the blood vessels they cling to. 

jueves, 27 de febrero de 2014

STONEHENGE

Stonehenge Rock Source Identified

The site however raises further questions about how the stones were transported from their source to what is now the monument


image of circle of large rock slabs lit by setting sun


Stonehenge monument in southern England
Scientists have found the exact source of Stonehenge's smaller bluestones, new research suggests.
The stones' rock composition revealed they come from a nearby outcropping, located about 1.8 miles (3 kilometers) away from the site originally proposed as the source of such rocks nearly a century ago. The discovery of the rock's origin, in turn, could help archaeologists one day unlock the mystery of how the stones got to Stonehenge.
The work "locates the exact sources of the stones, which highlight areas where archaeologists can search for evidence of the human working of the stones," said geologist and study co-author Richard Bevins of the National Museum of Wales. 
Mysterious megaliths
The Wiltshire, England, site harbors evidence of ancient occupation, with traces of pine posts raised about 10,500 years ago. The first megaliths at Stonehenge were erected 5,000 years ago, and long-lost cultures continued to add to the monument for a millennium. The creation consists of massive, 30-ton sarsen stones, as well as smaller bluestones, so named for their hue when wet or cut.
Stonhenge's purpose has long been a mystery, with some arguing it was a symbol of unity, a memorial to a sacred hunting ground or the source of a sound illusion.
But for decades, researchers agreed upon at least a few things. In 1923, geologist Herbert H. Thomas pinpointed the source of one type of the stones, known as dolerite bluestones, to a rocky outcropping known as Carn Meini on high ground in the Preseli Hills of western Wales. He became convinced the other bluestones (made from other types of igneous, or magmatic, rock) came from the nearby location of Carn Alw. That, in turn, lent credence to the theory that Stonehenge's builders transported the stones south, downhill, to the Bristol Channel, then floated them by sea to the site.
Different origins?
But a few years ago, Bevins and his colleagues found that at least some of the bluestones came from a slightly different region of the landscape, at lower elevation, called Craig Rhos y felin. If true, this would have meant builders would have to the stones uphill over the summit of the hills, then back downhill before floating them on rafts to the sea, Bevins said.
Another competing theory argues glaciers carried the bluestones to the general region of Stonehenge during the last Ice Age.
The researchers wondered about the origins of the dolerite bluestones that Thomas had identified, and took a second look at the mineral composition of the rocks. In general, when rock forms from molten magma, some minerals known as incompatible elements remain outside the crystallizing magma in residual magma, whereas others get embedded within the crystallizing magma. Past work identifying the origins of the rocks had used the presence of only a few incompatible elements, Bevins said.
In the new study, the team looked at the minerals, such as chromiumnickel, magnesium oxide and iron oxide, which are part of the crystallizing structures forming in the original magma. The researchers found that at least 55 percent of the dolerite bluestones came from a location, known as Carn Goedog, which is farther north than the location Thomas had proposed in 1923, and about 140 miles (225 km) away from Stonehenge, Bevins said.
That, in turn, made the raft-theory of transportation more unlikely, Bevins told Live Science.
Transportation mystery
The new findings raise more questions than answers about how the rocks could have made it to Stonehenge.
But pinpointing the exact location of the stones' origins could help archaeologists looking for other evidence of ancient human handiwork near the area, which could then shed light on the transportation method, Bevins said.
"For example, if we could determine with confidence that the stones had been worked by humans in Neolithic times, then the ice-transport theory would be refuted," Bevins said.
The findings were published in the February issue of the Journal of Archaeological Science.

martes, 18 de febrero de 2014

Sunscreen for marine microbes

Most all of us are aware of the deleterious effects of too much sun exposure, specifically by ultraviolet radiation (UV). We know that UV-A and UV-B can damage our skin, resulting in a sunburn, but other organisms can also get too much sun exposure. For example, in microscopic plants known as phytoplankton, it can inhibit photosynthesis. Humans are not the only species that applies suntan lotion to prevent sunburns. Microbes all over the globe produce their own suntan lotion, called MAAs, to protect themselves from the sun’s harmful rays.

MAAs: The sunscreen for microscopic marine plants.

One strategy that phytoplankton and bacteria use to protect themselves is via the production of mycosporine-like amino acids, abbreviated MAAs, to act as a photo-protectant, much like the suntan lotion that we use to protect our skin. We use sunscreen to block UV-B (i.e. 290 – 320 nm wavelengths) and UV-A (i.e. 320-400 nm wavelengths) rays. Similarly, MAAs absorb electromagnetic radiation between these wavelengths. Although the chemical composition of MAAs is different than that of sunscreen, it offers similar protection. However, unlike man-made suntan lotions, scientists do not know the chemical composition of MAAs produced in the ocean and cannot predict the microbes’ response to varying UV radiation or environmental conditions.

Akashiwo sanguinea featured in the picture is a dinoflagellate, which is a type of phytoplankton that typically produces high concentrations of MAAs. Image taken by Françoise Morison using Flowcam® imaging.
The dinoflagellate Akashiwo sanguinea featured in this image is one of many phytoplankton species known to produce high concentrations of MAAs. Image taken by Françoise Morison using Flowcam® imaging.

The study site: Sub-Antarctic Zone and Polar Frontal Zone

Between January and February of 2007, aboard the RV ‘Aurora Australis’, scientists incubated phytoplankton at the sea surface for one to two days under different UV radiation treatments. Incubation experiments were conducted in marine waters to the southwest and southeast of Tasmania in the Sub-Antarctic Zone and in the Polar Frontal Zone, which are known to have high and low abundances of phytoplankton, respectively. Using phytoplankton from these sites was advantageous because it permitted scientists to see how different environmental conditions such as light, vertical mixing, and nutrient availability influenced MAA production.

Experimental set-up: Ultraviolet radiation treatments

Dr. Oubelkheir and his research crew wondered whether or not phytoplankton respond to changes in UV radiation by applying more sunscreen, meaning that they increase their MAA production. To test this question, Dr. Oubelkheir’s team phytoplankton to several treatments, consisting of natural surface irradiance, called photosynthetically active radiation (PAR), and ultraviolet radiation (UV), over an incubation period of two days. To create each treatment, they used three different materials, in which each was designed to vary the degree of UV exposure to phytoplankton. It was similar to testing UV effects on phytoplankton placed under three different kinds of sunglasses, ranging from protective to inefficient. The first material, UV-transparent Plexiglas, allowed the passage of UVA, UVB, and PAR. A more effective material to block the sun, Mylar-D, allowed the passage to UVB and PAR and an even more efficient screen, a UV opaque Plexiglas, only allowed the passage PAR. These experiments helped the scientists figure out how phytoplankton respond to UV radiation and in particular, to see if phytoplankton adapt to changing light conditions by altering MAA production. The graph below shows that the UV transparent Plexiglas (closed circles) allowed the passage of much more ultraviolet light compared to the UV opaque Plexiglas (open circles).

Fig. 2. Transmission of the UV transparent Plexiglas and UV opaque Plexiglas used for the incubation experiments between 250 and 450 nm.
Fig. 2. Transmission of the UV transparent Plexiglas and UV opaque Plexiglas used for the incubation experiments between 250 and 450 nm.
In addition, scientists collected samples at different depths to measure the amount of UV radiation at each depth and the corresponding concentration of MAAs to determine its distribution in the sub-Antarctic waters and sub-tropical waters south of Tasmania.

The Findings

The researchers discovered that some species of phytoplankton naturally accumulate MAAs over time. In general, it appears that if phytoplankton are well-protected from ultraviolet radiation and only exposed to PAR – equivalent to a human using very efficient sunglasses to block out UV rays but let in natural light – MAA production is low. However, MAA production increases when the same phytoplankton are exposed to UVB radiation, and to a lesser extent by UVA radiation. Interestingly, Dr. Oubelkheir and his crew found that phytoplankton’s response to increased UV radiation can occur in as little as two days!
In addition, the phytoplankton response to ultraviolet radiation differed depending on location. Within the Sub-Antarctic Zone, incubated phytoplankton responded by producing similar amounts of MAAs across UV treatments. However, in the Polar Frontal Zone, the incubated phytoplankton responded very differently across treatments. The scientist attributed this difference to vertical mixing. In the Polar Frontal Zone, waters are deeply mixed to a depth of greater than sixty meters below the water’s surface. Here, phytoplankton are well acclimated to low UV radiation and are therefore not producing a lot of MAAs in the water column. It is only when they were brought to the surface for the two-day incubation, that they produced high concentrations of MAAs to protect themselves from UV radiation. In comparison, the stratified waters of the Sub-Antarctic Zone only have vertical mixing to a depth of about thirty meters. As such, the phytoplankton are already well acclimated to high UV radiations due to their high MAA production rates. Therefore, when the Sub-Antarctic phytoplankton were brought to the surface for the incubation experiment, MAAs production could not increase much more. The observations provide evidence that phytoplankton can adapt to increased UV by producing UV-absorbing compounds such as MAAs.
Changes in the types of phytoplankton present can also explain variability in MAA concentration. Previous research discovered that some species, like dinoflagellates, typically produce lots of MAAs, while others produce less MAAs. The present study found that a specific kind of MAA, called porphyra-334, dominated the Polar Frontal Zone, whereas palythenic acid, a different MAA, dominated north of the Sub-Antarctic Zone. The shift in the type of MAA was coincident with the presence of dinoflagellates and cyanobacteria. The figure below shows that as dinoflagellate and cyanobacteria concentrations increased, MAA concentration increased.

Fig. 10 Relationship between pMAAs (MAAs in the particulate fraction) and the chl a concentration associated with dinoflagellates-A (peridinin-containing dinoflagellates) and cyanobacteria in the SAZ-N.
Fig. 10 Relationship between pMAAs (MAAs in the particulate fraction) and the chl a concentration associated with dinoflagellates-A (peridinin-containing dinoflagellates) and cyanobacteria in the SAZ-N.

 Significance

Each phytoplankton species respond differently to UV radiation. Just as some people are more sensitive to the sun than others, phytoplankton species differ in their sensitivity to UV radiation and in response seek out more or less sun protection by varying production of MAAs. The length of exposure to UV radiation, the amount of mixing, and the type of phytoplankton species present all contribute to how much MAAs get produced. The ability of phytoplankton use photo-adaptation processes has global implications regarding the primary productivity of our oceans.